26/10/07

REINICIARNOS O APAGARNOS

Entramos en pánico cuando nuestra computadora se rebela, se retoba, se burla, nos abandona. La mayoría de la gente primero la insulta, la toquetea por todos lados, la odia, se acuerda hasta de los abuelos del fabricante de la pobre maquinola. Después de intervenir hasta el portero del edificio, en el ínterin alguien propone “Reiniciarla, o Apagarla” Resultado: Tratarlo/a de Ignorante, Ingenuo/a, Idiota. Finalmente y ante la resignación del usuario en cuestión, como última opción reinicia la computadora o la apaga, mientras tanto su gesto incrédulo y soberbio atraviesa las pupilas del “ideador/a”, y ¡”Oh Sorpresa! ¡Funciona!. Por supuesto nada de agradecer, “es pura casualidad”. Sin embargo vemos la cara de felicidad del otro, de satisfacción y la mano dirigiendo al mouse más ligero que nunca, cual juego de la copa en reunión de amigas brujas. Me jacté delante de todos que esa es la solución. Faltaba que hiciera apuestas.
Sin dudas las computadoras son como las personas: se agotan y necesitan tomarse un descanso y empezar de cero. Hasta aquí todo bien. Pensaba seguir con este escrito hasta que un problema técnico nos dejó sin Internet y no hubo forma de hacerla “Resucitar” sin la ayuda especializada que se hizo esperar un poco.
Retomo con el escrito, guardándome mi soberbia y aprendiendo que a los humanos nos puede pasar lo mismo en cualquier momento...La diferencia entre las computadoras y los mortales es que las primeras se pueden arreglar o cambiar, nosotros –salvo en la ficción-nunca volvemos del Más Allá”. Lo importante, una vez aprendido esto, es no colapsar junto con nuestra amiga virtual.
Sigo sosteniendo que la vida es la “Ciencia más inexacta que existe, donde uno más uno no siempre es dos”. El que piensa lo contrario es porque todavía no vivió lo suficiente o no tiene computadora
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5/10/07

VIDAS DIFERENTES

Algunas veces es necesario mirar como mínimo dos noticieros matutinos apenas nuestros ojos entreabiertos nos los permitan, digo a veces pero en realidad es una costumbre diaria de la que no puedo ni quiero escapar. No puedo llamarlo masoquismo, porque en realidad necesito de la realidad para comparar mi propia realidad. El fastidio diario por el solo hecho de odiar el sonido del despertador, que nada tiene que ver con mi despertador interno no puede compararse con el incendio de una casa o el secuestro de un pariente, eso está claro. Sin embargo aunque preste atención, sienta indignación y mire sin pestañar la pantalla de la tele, mientras desayuno en la cama, no puedo dejar de pensar y mirar adentro mío. Tendrá que ver con mirarlo desde afuera. En cambio, una vez en la calle, si hay que ayudar a alguien a cruzar o darle un pequeño embión a alguna persona que no puede subir al colectivo soy la primera que me ofrezco en ayudar y ahí sí, en esas pequeñas cosas siento que fui útil y me olvido de mi ombligo, es simplemente ponerse en el lugar del otro. Me encantaría que este ejemplo sirviera para que los demás de vez en cuando entendieran y no juzgaran las expresiones de la cara y el cuerpo que a veces cargamos aún en contra de nuestra voluntad porque realmente ya no podemos disimular más. “Es fácil escapar de los demás, lo difícil es huir de nosotros mismos”. Por lo general, como dije antes, los problemas se agrupan por categoría, pero la realidad es otra, o es tan nuestra que nadie quiere compartirla. A veces nos encerramos en nosotros mismos por el simple hecho de ahorrar en humillaciones, es decir: Si ya tengo mi propias certezas para que quiero que venga otro y las corrobore, doble humillación escuchar de boca de los demás lo que ya sabemos. ¿Orgullo? ¿Amor Propio? Y…si…No estamos clonados, no vamos a encontrar a nadie que nos consienta nuestros propios errores o que los minimice. “EL HOMBRE ES EL ÚNICO ANIMAL QUE TROPIEZA MAS DE UNA VEZ CON LA MISMA PIEDRA”, Yo últimamente parece que salgo a la misma hora y en el mismo lugar que la piedra, hasta creo que nos estamos haciendo amigas. Si alguien conoce a una buena terapeuta…-Mujer, claro, no sea cosa que gracias a “La Transferencia” tropiece con otra piedra, o mejor dicho con un “Cascote”-.