23/9/07

LA FELICIDAD EN 5 PREGUNTAS

¿Se puede medir la felicidad en cinco preguntas? Estoy segura que no. Para una revista femenina de actualidad parece que si. Debo reconocer que la revista está escrita y supervisada por especialistas y que la nota daba consejos “lógicos y positivos “ acerca del bienestar en general del ser humano. Pero el test que seguía a continuación me pareció demasiado ambicioso para definir la felicidad de una persona. Para dar un ejemplo: “No cambiaría nada de lo que viví hasta ahora.” ¿Cuántas personas se anotarían un 7? –puntaje máximo si estabas de acuerdo-, supongo que habría que tener 16 ó 17 años. Los que hemos tenido todo tipo de vivencias, seguramente que si volviéramos a nacer no quisiéramos repetir un montón errores. ¿Cuántas personas están totalmente conformes con su trabajo, su entorno, su casa? En fin..esas son 2 de las 5 preguntas que más me impactaron.
Mi concepto de felicidad tiene que ver más con lo simple, lo cotidiano, con lo interior. Y no es que no tenga sueños, ni ilusiones, simplemente creo que me siento feliz cuando llega el fin de semana y puedo disfrutar de un desayuno a mi imagen y semejanza, sin apuro, en la cama y viendo una vieja comedia que arranca mi más sincera carcajada con solo escuchar la risa absurda y bien dirigida de los “reidores profesionales”. Otro ejemplo puede una llamada telefónica en el momento preciso, justo cuando contabilizaba más pesadillas que sueños. Conocí mujeres con ropa y zapatos carísimos, pero cuando les hablaba de mis proyectos, la envidia les saltaba por los ojos y los zapatos en los que estaban subidas se volvían diminutas ojotas de plástico. Tanta inversión de dinero no sólo les vaciaba los bolsillos sino la autoestima. ¿O pensaban que eran felices por usar algo de marca? . La única marca que nos hace felices es el reconocimiento y la demostración de afecto de quienes queremos. No nos confundamos ni nos dejemos confundir. Y escribo un viejo proverbio chino: “El dinero puede comprar la sangre pero no la vida”.